martes, 9 de mayo de 2017

Cuentos HN

El cuento del cuervo rojo


Esta es la historia de cómo mi vida paso de ser toda una maravilla a ser una reverenda mierda, perdón por la terrible forma de expresarme, pero no puedo decirlo de otra manera, no encuentro otra manera de referirme a lo que me paso en realidad.
Para empezar, mi nombre es Samuel, el día antes de que empezaran los eventos que apenas ahora, espero que no sea de otra manera, terminaron, fue un día al que ustedes etiquetarían de normal.
Al salir de clases era ya costumbre que yo y mis amigos saliéramos a la calle a jugar futbol un rato en la tarde, aquel día no fue diferente de los otros días, mi mejor amigo, Raúl, trajo su balón favorito, un balón original del América, que en aquel entonces era un equipo de mucha fama, en fin, todo continuo normal.
Ya habían pasado dos horas más o menos, el sol ya está en sus últimas, casi se ocultaba, pero aun así nosotros seguíamos allí, jugando, divirtiéndonos.
Yo decidí tomar un descanso, pues siempre es agotador jugar futbol, más si no se trae agua consigo, así que me senté en la banqueta, para tomar un poco de aire.
Mis amigos seguían jugando justo frente a mí, ya la luz de la calle se había encendido, aun habían de esas luces amarillas lagañosas que se usaban, por lo que el balón a duras penas era visible, pero eso no importaba mucho realmente.
No me di cuenta, pero, por la banqueta, por la misma por la que yo estaba sentado, un sujeto se aproximaba, yo solo pude verlo una vez que este paso junto a mí, estaba muy andrajoso, sucio, desaliñado y caminaba de una manera extraña, moviendo escandalosamente los brazos, dando pasos bastantes separados unos de otros pero a la vez casi arrastrando los pies, me volteaba a ver en ocasiones, pero rápidamente desviaba la vista y aceleraba el paso.
Realmente no tome tanta importancia, tal vez se había tratado de algún drogadicto, que por mi barrio no faltaban, de lo que jamás me di cuenta fue, que, junto a mí, el hombre dejo un libro, el libro.

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